AQUELLOS HISTÓRICOS BOTES DE CHORIZO RIOJANO, QUE HICIERON REGIÓN

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BOMBARDEO DE BOTES DE CONSERVAS
 Conservas Ulecia de Logroño 

Los botes de conserva que no se han conservado.

Muchos recordarán, las latas de Colacao, las de Pastillas de Café y Leche... unos pocos, las de chorizo testigos de un pasado diferente.

Este post revive la nostalgia de aquellos botes y latas  del embutido riojano que fueron objetos cotidianos de otra época formando parte de su vida diaria y gozando de un destacado protagonismo en el desarrollo industrial de La Rioja.

Ahora, las latas de chorizos han perdido su uso, y son muy pocos los envases que por su gran tamaño se han conservado. La mayoría han desaparecido, y las artísticas litografías y etiquetas que se incorporaron a los primeros tiempos de la publicidad y la industrialización española permanecerán para siempre olvidadas.

LA IMPORTANCIA TESTIMONIAL DE LOS BOTES DE CONSERVA QUE DIERON FAMA A LA RIOJA.

El bote de hojalata se perfeccionó en 1850 permitiéndose con la mejora de su mecanización fabricarlos con chapas mucho más ligeras y fáciles de abrir sin utilizar punzones y martillos. Muy pronto, se convirtieron en envases extraordinarios que estaban recubiertos de color e imágenes sugerentes que representaban los deseos de comer algo en muchos casos único o fuera de tiempo y temporada.

Su vinculación a una marca concreta, su fidelización hizo que

Marca el Riojano (Cuba años 20)

las industrias que fueron pioneras en utilizarlos, muchas de ellas riojanas, obtuvieran muy pronto gran prestigio. Entre ellas destacaron las conserveras de productos vegetales y la industria cárnica en la que el chorizo riojano fue un alimento muy reconocido en toda España. 

Fueron tan importantes estas fábricas a nivel nacional, que tuvieron gran influencia en la gastronomía española. Tener como ingredientes tomate, fritada o chorizo era y es, llevar el nombre, o mejor dicho, el apellido "... de a la riojana". Así nos encontramos hoy: las patatas, el bacalao, los callos, macarrones... y, hasta la fideuá a la riojana.

También hay que valorar, que la fama de las conservas y vinos riojanos fueron un elemento de gran valor identitario ya que ayudaron a consolidar el nombre y el tipismo de la región en momentos en los que gran parte de su territorio se llamó provincia de Logroño. ¡¡Cada bote y botella de las miles de millones que entraron en los hogares españoles y extranjeros pusieron en el mapa a la Rioja!! Pocas regiones españolas pueden decir que una actividad industrial haya contribuido tanto a no olvidar su identidad regional. 

LOS INNOVADORES BOTES DE LA INDUSTRÍA DEL CHORIZO RIOJANO.

En una época que se carecía de muchas cosas que hoy nos parecen normales, el chorizo fue un alimento de "deseo" y así, una muestra de ello, lo podemos ver en la viñetas y cuentos de la época en personajes estereotipados del "ladrón de chorizos" / "el pescador de embutidos" y otros muchos, donde comer este alimento se consideraba un sueño difícil de lograr. La industria chacinera hizo posible su popularización especialmente en el ámbito de una sociedad cada vez más urbana.

EL DESEADO CHORIZO 
Publicaciones de los años 20 del siglo pasado

El bote en los orígenes de la industria del embutido riojano.

La industria del embutido riojano, tuvo varios orígenes. por una parte la cada vez mayor actividad de minoristas, tablajeros, tocineros, carniceros etc.,  que amplían su actividad artesanal. Por otro lado, se incorpora el chorizo y jamón a la industria conservera que se inicia a partir de la década de los 60 y 70 del s. XIX. 

Finalmente, a principios del siglo XX existe una concienciación de la seguridad alimentaria, y como consecuencia de ello, se reforman los mataderos y en 1902 se regula "la industria del embutido" y ya podemos hablar oficialmente de la fábrica de chorizos y embutidos. Por ese año, también se consolidan los grandes grupos de fabricantes de chapa de hojalata, (Altos Hornos de Vizcaya se funda en 1902) cuestión que también influirá en su mayor uso, ya que garantizarán un suministro continuado de esta materia prima.

Así, dependiendo del origen de esta actividad en un concreto espacio temporal los botes de hojalata serán más o menos utilizados, pero siempre presentes. Contra más artesanal,  menor será la frecuencia de la comercialización del chorizo en lata, contemplándose en estos casos como opción las cajas de madera o cartón. Obviamente, las subidas de precio de la hojalata condicionaron su uso.

Como es lógico el embotado predominará en los chorizos en manteca.

La lata gozó de dos épocas de expansión, la de los años 20 hasta la crisis del año 1929/30 y la otra, a finales de los años 50. 

Estos años, también coinciden con un auge exportador y este recipiente será el preferido ya que preservará de la humedad en las travesías marítimas y su posterior conservación en climas cálidos, como sucedía en los países de las Antillas. 

De este momento son los envases que llevaban la inscripción "chorizo" en español junto su adaptada traducción al inglés "Dry Sausage". En estas latas exportadas también podemos ver en algunos casos la impresión SPAIN INSPECTED equivalente al marchamo y la guía sanitaria (certificado)  donde se especifica el año de fabricación y el registro sanitario.

ALGUNAS REFERENCIAS (ver imágenes)

(1) La Compañía Española de Alimentación de Trevijano, Armas y Cia fue una de las primeras conserveras en vender embutido, su ejemplo fue imitado y así, la Vda. de Briones en 1907 registra su marca con un embalaje / lata muy parecida a la de Trevijano que podemos ver en la imagen superior. (2) La Gloria Riojana representada con un marchamo en forma de bote de conserva. (3) La publicidad nos deja algunos ejemplos interesantes, como es el caso de Carrasco de Haro con su niño glotón. (4) El logotipo de Baldomero Moreno de Badarán inspirado en la conquista del Monte Gurugú, decide en lugar de reproducir el hecho histórico, conquistar una lata de chorizos. 

Las grandes latas que en este post se reproducen son una muestra del cuidado con el que son litografiadas sus imágenes y rótulos.