LA VILLA DE MADRID DE VALENTÍN TEJADA
VALENTÍN TEJADA EL COMERCIANTE QUE SE HIZO EN MADRID.
Valentín Tejada Jiménez, nació en 1880 en Cabezón de Cameros, y como otros cameranos con corta edad fue a aprender el oficio de comercio a Madrid, y quién sabe, si a encontrar fortuna.
Por diversas fuentes podemos especular, que pudo emplearse en la importante casa de los HERMANOS RODRÍGUEZ, especializados en pasamanería; o con los HERMANOS HERNÁNDEZ DE TEJADA, que tenían una camisería y artículos de punto. Incluso, en el comercio de TORIBIO BLANCO del que fue yerno su sobrino Fernando Sáenz de la Cámara.
La pista más probable es su vinculación con la firma HERMANOS RODRÍGUEZ puede además, que tuviera con esta mercantil una relación con Valentín de mecenazgo o de sociedad en su nueva trayectoria en Logroño. Hay que recordar, que cuando emprende su negocio en la capital riojana solo tiene 27 años, y por entonces, un representante de esta casa madrileña es citado como agente suyo de compras en Madrid, París y Barcelona.
VALENTÍN TEJADA EN LOGROÑO.
En septiembre de 1907, anuncia la apertura de LA VILLA DE MADRID en la calle Portales 32, donde hasta entonces se encontraba la acreditada camisería La 25.000. Será concebido como un establecimiento de sedas donde poder comprar toda clase de artículos de mercería, pasamanería y géneros de punto, teniendo como lema: " un servicio con prontitud, esmero y economía". Disponía de las últimas novedades en corbatas, pañuelos, calcetines, cinturones, abanicos, bordados, crespones, sedas, hilos, etc., etc. Y, todo lo concerniente al ramo de sastres y modistas.
En 1909 se trasladó a Portales 54, esquina calle Sagasta, donde estuvo anteriormente la tienda de tejidos de Eduardo Jiménez. Previamente, las obras hechas en el local lo habían transformado en un comercio digno de una capital de importancia.
La decoración era de estilo modernista y sorprendía agradablemente. Se encargo al arquitecto Luis Barrón su diseño que era de exquisito gusto. La carpintería fue realizada por los señores Bergasa y la pintura por Reina y Medel. Su inauguración, con dulces, vinos y habanos se hizo por la noche, una vez terminada la jornada laboral para que pudieran asistir el mayor número de invitados. De esta manera, también se pudo admirar el espléndido alumbrado.
SU OTRO ESTABLECIMIENTO CENTENARIO
EL LEGADO DE VALENTÍN TEJADA
Valentín falleció en 1937 y sus comercios los heredaron sus sobrinos:
De la Villa de Madrid, se hicieron cargo los descendientes de su hermana Fructuosa, y continuó abierta hasta el fallecimiento de Jesús Manuel Sáenz de la Cámara (2015)
Su otro comercio, El Nuevo Mundo, el que regentaron los Moreno, descendientes de su hermana Francisca, permaneció abierto en diferentes emplazamientos, desde 1913 a 2011.
MILES DE CLIENTES Y UN RECUERDO DE LA VILLA DE MADRID.
Cien años después, María Cinta García, una clienta de los miles que visitaron la Villa de Madrid lo recuerda: “con su mostrador de madera en ele y sus estanterías repletas de cajas con artículos de todo tipo, algunas barras con las batas de casa colgadas y en el frente muchas cajas con botones de todo los colores…”
EL GRITO DE SOCORRO DE LA VILLA DE MADRID
Restaurar este símbolo de Logroño y testigo de la memoria de la ciudad es una buena inversión y un buen negocio. ¡¡Las noticias que llegan son esperanzadoras, veremos!!
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