EL CAMION A VAPOR DE BODEGAS R. LÓPEZ DE HEREDIA DE HARO

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El vino y la historia se funden en  bodegas R. López de Heredia de Haro. Su aportación al conocimiento del Rioja, La Rioja en aquellos primeros años, es impagable. 

La imagen protagonista de este post es un camión entre viñas. Sin duda alguna, es una postal curiosa, pero su pie nos informa de un detalle que no puede pasar desapercibido: es un CAMIÓN A VAPOR de la marca EXSHAW Cª. ¡Buen punto de partida para intentar saber algo más!

Notas: La imagen pertenece a la Colección Privada de la Bodega López de Heredia (es una reproducción de 1998). Muy probablemente, el pie de postal que la data en el año 1917 sea erróneo y la foto corresponda al periodo 1919-1921 (parece lógico pensar que en plena Guerra Mundial no se pudieran exportar estos camiones desde Francia).

Hay que señalar, que no es el primer camión que existió en La Rioja, ya que hay referencias de otros en décadas anteriores. Pero sí, que conviene destacar, que esta foto es de gran importancia testimonial, por lo que hay que agradecer a sus propietarios por su conservación y divulgación.

J. H. EXSHAW, SUCESOR DE VALENTÍN PURREY (BURDEOS)

Los talleres de J. H. Exshaw fundados en 1910 fueron los sucesores o continuadores de los legendarios talleres de Valentín Purrey, y de hecho, los camiones a vapor que se fabricaron con la marca Exshaw a partir de 1910 llevaban el sistema inventado y patentado por V. Purrey.

El origen de estos talleres se remonta a 1887 cuando Valentín
P. funda su taller en la 231 rue d’Ornano de Burdeos.

En 1898 esta fábrica motorizó mediante una caldera a vapor un carruaje tirado a caballos e incorporó a los automóviles su sistema de caldera. 

Su éxito fue creciente y traslada su fábrica a Bègles, rue Jean-Jacques Bosc y fabrica el primer autopropulsado Purrey de 3 ejes para líneas secundaria probado en la línea Burdeos Eymet en 1903. A este logro, se van añadiendo otros, y así es como se convierten estos talleres en uno de los mayores fabricantes de autobuses y camiones a principios del s. XX.

La Compagnie des Chemin de fer du Nord en 1906 usa novedosamente los camiones Purrey para abastecerse de carbón. En ese mismo año, su popularidad llega al máximo, cuando la prensa de la época recoge la hazaña protagonizada en lo más crudo del invierno por tres de estos vehículos que realizan la ruta Burdeos a París cargados con diez toneladas y empleando tan solo trece días. ¡¡todo un record para la época!!

En 1910 se vende la 'Anciens etablissements Valenin Purrey, J.-H. Exsahaw Successeur' enteramente a J. H. Exshaw y Co. abriéndo en este nueva trayectoria oficina en Londres pero continuarán en Burdeos los talleres, y la dirección de la fábrica.

Anuncio de El Imparcial 1920

El camión Exhaw - S. Purrey apenas tuvo competencia y así en la I Guerra Mundial se utilizó para múltiples usos entre los que se encontraba, por ejemplo, transportar al famoso tanque Renault FT al frente.

En 1929 desaparecerá esta fábrica

CÓMO ERAN LOS CAMIONES

Los camiones según su uso podían ser de 2 a 10 toneladas y en muchos casos, se les podía adoptar un remolque. Se vendían con diferentes carrocerías, y existían modelos con una plataforma descubierta, otros, con una caja tipo furgón que protegía las mercancías de la intemperie, pero también los había basculantes para el transporte de minerales e incluso, para trabajos en las ciudades, con contenedores de basura móviles...

CÓMO ERA EL MOTOR DE UN EXSHAW - S. PURREY

Este camión se caracterizaba por un motor de dos cilindros de doble efecto y un generador de vapor de tipo no explosivo (el agua se vaporiza al pasar por un conjunto de tubos y salía en estado de vapor utilizando coque de gas como combustible. No tenía embrague ni caja de cambios, pero su considerable consumo de agua requería un tanque de agua de 800 litros debajo del piso del vehículo. [Fundación Berliet]

La reserva de agua y de combustible era suficiente para 30 o 35 kilómetros y la conducción era muy fácil, ya que un solo un hombre era suficiente para atender la alimentación de agua y combustible.

Y, como se puede ver en la recreación de su montaje en el panel "La fabricación moderna de los camiones a vapor", su fabricación era muy funcional. A partir de de un chasis con ruedas, se iba montando en primer lugar el motor, y después, las diferentes carrocerías, por lo que permitía una fabricación modular.