TREVIJANO E HIJOS DE LOGROÑO, LA BODEGA HISTÓRICA DE RIOJA

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La gran fábrica de productos alimenticios españoles que fue la Compañía Española de Alimentación Trevijano e Hijos, no era ajena a ningún producto agroalimentario de la entonces provincia de Logroño. El "vino fino" de Rioja es decir, los hecho a la manera francesa pronto gozaron de protagonismo en su catálogo por lo que a esta mercantil se la puede considerar una de las históricas bodegas del rioja.

LA COMPAÑÍA ESPAÑOLA DE ALIMENTACIÓN TREVIJANO E HIJOS LA BODEGA HISTÓRICA DE RIOJA.

Los Trevijano a finales del s. XIX en su negocio de conservas tuvieron casas de compra en Santo Domingo de la Calzada Tudela, Briones, Rincón de Soto, pero también en el Perigord y Burdeos. Por lo que sus relaciones transfronterizas, incluidas las personales por estudios y viajes a la vecina Francia fueron frecuentes en esta familia, así que el vino tipo francés muy pronto será uno de sus productos a tener en cuenta en su amplio catálogo.

La actividad bodeguera.

Trevijano e Hijos de las 72 hectáreas de terreno que llegó a  tener en las proximidades de la fábrica de Vista Alegre tuvieron mayoritariamente como destino la fabricación de conservas. Pero el vino no fue ajeno a su actividad, hay que destacar la vinculación importante con el sector viticultor de dos de los socios principales en su primera etapa, como fueron Luciano Armas y Gabino Michel que eran grandes propietarios de tierras y de viñas. 

Así, tanto en los primeros momentos de la Compañía  de TREVIJANO ARMAS Y CÍA, como a partir de 1886 con Pedro José Trevijano se elaboraron vinos de mesa de muy diversas calidades y se adquirieron principalmente estas uvas y vinos en las proximidades de Logroño.

Respecto de los vinos corrientes podemos citar por ejemplo, que se vendían en su Depósito de la Plaza de Abastos de Logroño, y entre la publicidad que los anunciaba, podemos encontrar curiosidades enológicas de sorprendentes maridajes como "vinos blancos para el acompañamiento de ostras a 0,50 pesetas" (1896).

LA RIOJA 1896

Hay que observar que Trevijano e Hijos, también fabricaba un buen número de bebidas como jarabes finos de frutas, aromatizados de frambuesa, zarzaparrilla, grosella, fresa, naranja, limón y piña de la Habana. Pero también, elaboraba productos secundarios de la uva como los vinagres para sus encurtidos y otros de calidad superior de triple clarificación denominados "color oro de mesa", "oro de mesa al estragón" etc. por lo que necesitó producir y tener proveedores de esta materia prima.

Para todo ello disponía de la mejor tecnología del momento en el sector de las bebidas en general. Así por ejemplo, llegó a tener las primeras bombas de trasiego eléctricas que existieron.

¡No era una bodega especializada únicamente en vinos riojanos, y a pesar de ello, elaboraba unos vinos finos afamados y muy valorados!

LOS VINOS  FINOS DE TREVIJANO

Vinos finos:

Entre los vinos finos que comercializaba Trevijano e Hijos de superior categoría fueron los acreditados tintos al estilo Medoc y los blancos a la manera de Sauternes. Estos caldos, para evitar falsificaciones se terminaron vendiendo embotellados, alambrados y lacrados, como forma de proteger los fraudes  y garantizar que la botella no era rellenada.

Esta práctica se entiende muy bien cuando por ejemplo observamos que un vino tinto tipo Medoc  [Precios catálogo Trevijano] se vendían:

-12 botellas de categoría extra superior de 1893 14 pesetas.

-12 botellas de clase extra de 1895 a 12 pesetas.

-12 botellas tintos corrientes de 1897 costaban 8 pesetas. 

Es decir, los de superior categoría, casi duplicaban su precio al corriente, siendo el coste del vidrio de la botella un factor que encarecía la botella de vino enormemente. (aproximadamente 0,50 pesetas). Este envase costaba en muchos casos, más que lo que contenía, por esa razón los vinos de poco valor se servían siempre a granel (por suerte los precios del vidrio fueron bajando progresivamente).

Para entender la importancia del negocio de los vinos finos, merece la pena contextualizar el poder adquisitivo del momento. Una de estas caras botellas antes aludidas costaban algo más de 1 pesetas el litro, que en muchos casos, era una cantidad algo menos que el salario de un obrero, y superior al de por ejemplo, una empleada de esta conservera por 10 horas de trabajo. ¡¡El vino fino era elitista!! 

Vinos corrientes:

Los de inferior categoría de Trevijano se servían  en bocoyes de 500 litros o en barricas de 225, 112, 100 y 56 litros y en algunos casos se adjuntaba las etiquetas y las cápsulas para su envasado en destino. 

Tanto en lo que referente al embotellado, fabricación de cajas etc. Trevijano gozó de unas inmejorables infraestructuras, ya que tenía talleres de mecánica, carpintería, fundas de paja y sus trenes volvían de retorno cargados de hojalata y vidrio. Por poner un ejemplo significativo, esta compañía era propietaria de concesiones madereras para el suministro de sus talleres.

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