HIJOS DE CASTO LÓPEZ DE HARO, UNA DE LAS MAYORES FÁBRICAS DE ALPARGATAS DE LA RIOJA EN 1915

Desde la perspectiva actual, parece que en Haro la industria de la alpargata fue ajena a esta ciudad o tuvo un carácter menor, pero no fue así. Por el contrario, fue uno de los lugares donde a pp. s. XX gozó en La Rioja de mayor prosperidad, y uno de los ejemplos más importantes era la fábrica de Hijos de Casto López. 

Haro y su importante industria de la alpargata.

La Estadística Industrial publicada por el Consejo Provincial de Fomento de Logroño 1915 nos indica que en cuanto a la generación de empleo industrial existieron en Haro dos fabricantes de alpargatas: Hijos de Casto López (85 hombres - 120 mujeres) y Fermín Díaz (75 hombres - 125 mujeres) se encontraban entre las que de forma directa generaban en 1915 más empleo en toda La Rioja. 

Estas cifras solo eran, superadas por la fábrica de Tabacos de Logroño y por algunas conserveras. Si, a este número de empleados, añadimos las otras fábricas de alpargatas de Haro, de Gregorio Oñate y Fermín Delgado, que aportaban entre ambas otros 90 trabajadores, bien podemos pensar en un ambiente laboral jarrero en el que predominaban los obreros de este sector y su problemática socio-laboral. Especialmente trascendieron en Haro, los conflictos que protagonizaran los alpargateros en torno a los años 1909, 1918 y los de los años 30  que fueron momentos en los que se tensionaron las ya por sí, difíciles condiciones laborales de la clase trabajadora española. ¡Haro, era una ciudad industrial y también, obrera!

CASTO LÓPEZ E HIJOS

En el Diccionario Estadístico Histórico (1848-1850) de Madoz,  no se cita en Haro la confección de alpargatas ni siquiera de forma artesanal, aunque sí entre las producciones agrícolas se menciona el cáñamo.

Por esa razón, resulta muy curioso descubrir a Casto López Fernández, hijo de Tiburcio López Tejada del que muy poco se sabe. Quizás, el dato más esclarecedor, que tenemos es el de la contribución rústica y urbana de Haro de 1852 donde aparece un "Casto López" en el apartado de "Hacendados Forasteros". 

Su actividad industrial se inicia en Haro en los años 70 del s. XIX siendo esta fábrica la primera industria del sector de la alpargata que que e fundó en esta ciudad. En 1915, era una de las más grandes por su número de empleados de toda La Rioja.

La probable causa del porqué se inicia esta fabricación en esta localidad sin tradición alpargatera, puede ser el mismo ejemplo de Munilla, en el que algunos telares se especializaron en el paño de las zapatillas y luego se evoluciona a su fabricación completa. (ver post de Munilla).

Este establecimiento fabril, se encontraba en la calle del Puente, 14 junto al río Tirón. Era un lugar estratégico, que facilitaba el agua necesaria y la fuerza motriz. Así diferentes contribuciones industriales nos confirman que Casto López dispone en este lugar de "un telar común, con lanzadera a mano para lienzos ordinarios" y un "salto  de agua". 

Éste industrial, ni sus herederos, son ajenos a los cambios acelerados que se producen en la España finisecular, y en 1905 Casto López Fernández inventa y patenta  su propia "máquina para coser suelas de alpargatas de cáñamo o cualquier otro material textil". Posiblemente, este  momento será un punto de partida para un mayor dimensionamiento de la fábrica. 

Boletín Oficial de la Propiedad Industrial

Los primeros años del s. XX, son especialmente difíciles para el sector de la alpargata, hay que tener en cuenta que progresivamente se va extendiendo la fabricación de zapatillas de orillo con suela de cuero y a finales de los años veinte aparecen las suelas vulcanizadas. 

La superviviencia del sector fue compleja, no solo hay retos tecnológicos y comerciales, también el aprovisionamiento de materias primas es a veces complicado. Por ejemplo la mayor parte del  yute se importaba de Asia, y se producen desabastecimientos especialmente durante la I Guerra Mundial. 

Hijos de Casto López, para 1920 irá especializando y diversificando su oferta. Por entonces, fabricaba sacos de yute; cordelería de todos los gruesos (desde sogas a bramantes, hilos de botero, cordeles de cama...); lencería o telas para mantelerías;  lonas para zapatos y alpargatas;  alpargatas del tipo "pelotari" con tela de colores, alpargatas de cadenilla y ojetes, alpargatas con gomas de colores; suelas de zapatillas; remonta fuertes; botas de abrigo...

En 1945, después de haber sido la mercantil: 'Casto López', 'Vda. e hijos de Casto López', 'Hijos de Casto López', se convertirá en 'Casto López S.R.C'. especializándose en calzado de todas las clases. Finalmente a mediados del s. XX desaparece una industria que fue pionera en Haro.

LAS ALPARGATAS DE MEDALLA DE HIJOS DE CASTO LÓPEZ



Las Exposiciones regionales, nacionales, universales... fueron un buen escaparate donde se evaluaba la riqueza de los países y sus avances tecnológicos. Progresivamente fueron espacios donde las industrias se promocionaban, se daban a conocer y se creaban redes comerciales de importancia. 

Casto López, como otros muchos industriales vio en ellas su particular escaparate y tuvo varias participaciones:

1.- Entre las noticias de la Comisión de la  Exposición Universal de París de 1878 se puede leer que Casto López participa con "un par de alpargatas abiertas con hiladillos y con otro par sin ellos".

2.- En la Exposición Provincial Logroñesa de Agricultura Industria y Artes de 1880 participa en el Grupo 7 clase 27 con "lienzo y tejidos de lino y yute"; Clase 28 Con "alpargatas abierta y cerradas".

3.- En la Exposición Universal de Barcelona de 1888 gana una medalla de bronce por sus alpargatas. Esta medalla es muy meritoria dada su excepcionalidad. Hay que tener en cuenta, que a la provincia de Logroño se le concede un total de 58 medallas de las tres primeras categorías, pero solo las alpargatas de Casto Lopez, las sopas de hierbas de Trevijano, la prensa de S. Marrodán y el aguardiente de Antolín Martínez de Quel, no son vinos. Es un gran éxito.

Las medallas de estas dos ultimas participaciones, la Regional de Logroño de 1880 y la Universal de Barcelona de 1888, junto con la medalla del "Premio al Mérito" formaran parte durante mucho tiempo de su papelería comercial.